Historia Discriminación de Genero

Retomando un poco hacia el pasado el conocimiento acerca de la equidad de género era totalmente nulo, recordemos un poco la mujer en Atenas, allí no se le reconocía como ciudadano, no podían tener propiedades, su vida se reducía al ámbito doméstico, en la Edad Media la mujer era considerada como un ser frágil, débil e incapaz de razonar, el valor que tenía la mujer en esa época era solo reproductor, estaba bajo la tutela de su padre, marido o hijo. En la Revolución Industrial, le era otorgado el dote al casarse, otra opción fue ingresar al convento donde aprendería a leer y escribir o la prostitución, todas estas para poder tener independencia. A finales del siglo XVIII se dan un avistamiento al movimiento feminista donde se expone la necesidad de reconocer a la mujer los mismos derechos de los hombres; la participación de la mujer como sufragante solo se consiguió en el siglo XX.

Además, en el siglo XIX la mayoría de las mujeres se veían obligadas a trabajar en fábricas para poder ganar un salario, con largas jornadas de trabajo peor remuneradas que los hombres. En 1945 se crea las Naciones Unidas y en 1948 se proclama la Declaración universal de los Derechos humanos. Aquí ya se reconoce explícitamente la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Desde ese momento se continua una lucha por cambiar la visión y el accionar de nuestra sociedad, la participación de la mujer en distintos ámbitos como lo son el deporte, la literatura, la ciencia, educación, política y empleo.

Política
Quiero destacar que en el ámbito político la mujer fue divisándolo de una manera lejana abriéndose paso a un ritmo lento pero lo logró, hoy en día vemos más exactamente en el Senado de la República como se inició con una participación del 9% en el periodo en 1991-1994 y con un 23% en el periodo 2015-2018 aún es un minoría, añadido a esto existen partidos políticos que están permitiendo más participación de la mujer para ser representados.

Empleo
Por otro lado el ámbito laboral ha sido escalonado por la mujer demostrando con conocimiento, disciplina, responsabilidad y alto grado de compromiso, las mismas capacidades de los hombres en diferentes cargos a ejercer, esto sin antes pasar por la discriminación de género que promueve el acoso y la posible violencia en el ámbito laboral, cabe resaltar que las mujeres víctimas de esta problemática tienen derecho a presentar demandas judiciales para recuperarse de los daños que sufrieron como consecuencia de las prácticas discriminatorias.